El ciprés de San Juan
Hoy he visto el árbol de San Juan.
Me he acercado a él tímidamente,
no con miedo,
mas respeto me infundió
su altitud mirando al cielo.
Casi, casi lo he abrazado,
tan esbelto, tan delgado,
tronco seco que recuerda
al árbol que fue plantado,
otrora tan frondoso y espigado
y hoy sus nudos y oquedades
se han secado.
Mas sus líneas infinitas
son como carreteritas
que hasta el azul han llegado,
y arriba sus ramas- manos
imagino cual palomas
que mensajes van dejando
al mundo que está sediento
de oraciones y de santos.
Eres digno de alabanzas,
árbol ya momificado,
no hay alcorque que te riegue
tu gran corazón cansado.
Mª Paz Plaza.
Segovia a 31 de marzo de 2012
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